[alizhernandez]

Disminuye la probabilidad de desarrollar cálculos renales. La formación de cálculos renales es mucho más probable cuando se está deshidratado. La cerveza es realmente buena para nuestros riñones ya que, como todos sabemos, contiene más de un 90% de agua.

Frena el estreñimiento. Se cree que la cerveza aporta a nuestra dieta la mayor cantidad de fibra soluble (aproximadamente un 17%) que cualquier otra bebida. La fibra estimula los movimientos peristálticos del intestino, con lo que aumenta la frecuencia de las deposiciones.

Impide la formación de coágulos sanguíneos. Las venas, las arterias e incluso el corazón pueden desarrollar coágulos que obstruyan total o parcialmente el flujo sanguíneo.

Disminuye la posibilidad de sufrir infartos. Las bebedoras moderadas de cerveza tienen menos probabilidades de desarrollar hipertensión arterial (un factor de riesgo de infarto) que las mujeres que beben vino o licores, según una investigación de Harvard.

Disminuye la pérdida ósea y aumenta la densidad de los huesos. El contenido en minerales de la cerveza artesanal es elevado. Entre ellos destaca el silicio disponible, importante para la formación y reparación ósea.

Frena el insomnio. La cerveza artesanal tiene una inclinación innata a dormir similar a la del vino, lo que contribuye a un sueño reparador.

Evita tanto las enfermedades crónicas como el envejecimiento celular. Los polifenoles, presentes tanto en la malta como en el lúpulo, son los que dan a la cerveza artesanal su sabor característico. Los antioxidantes incluidos en estos polifenoles ayudan a prevenir enfermedades crónicas.

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Doy clases en escuelas de gastronomía y soy chef profesional.